sábado, 14 de enero de 2012

un dia



visitaba la iglesia como cada domingo, dispuesta a disfrutar mi alimento espiritual. mi principal energìa en la semana. todo fue lleno de paz, dicha, conforme el culto avanzaba mis pensamientos se alejaron.  Lo vi a el, ahi estaba tan contento, tan pleno, tan lleno de dicha. Totalmente rendido a los pies de Cristo, lo unico que importaba en este mundo.  ¡¡Tantas oraciones!! ¡¡Tantas palabras!!  No podia creerlo, era verdad, ahi estaba èl. Dispesto a empezar una vida diferente.

Dios recuerdo como algunas làgrimas salian sin poder contenerlas, en mi cabeza empezo la alabanza, estaba radiante, llena de gozo. Dios cumplio sus promesas, Dios lo consiguio, Es fiel.  Lo cumpliste, lo cumpliste me repetìa una y otra vez.

Què va a pasar, me acerco, lo dejo que se valla, me callo esta emciòn, despuès de todo llorar en silencio es lo que he hecho durante muchos años. No quiero interferir, la ùltima oraciòn me saco de mis pensamientos, cuando todos empezaron a moverse, me levante, camine tres pasos hacia èl, pero algo me detuvo, lo voltee a ver, se veia tan dichoso, la gente, mis hermanos en la fe se acercaban y lo abrazaban, era mi turno, yo seguia pense, pero nuevamente no queria interferir, tres años, tres años orando dia y noche, clamando a Dios por su misericordia, no lo iba a interrumpir.  

Di la vuelta, mi corazòn dio un vuelco. termine de alegar con mis piernas, las obligue a que siguieran caminando, segui, segui, segui sin detenerme, salude deprisa y sin hacer platica, llegue a donde estaba mi coche y prosegui mi camino y mis planes para ese dia, obligando al corazòn a enmudecer.

Quizas era demasiado tarde, pero èl se empeñaba, era terco y obstinado, creia con firmeza en Dios todo lo puede, Cristo lo harà,  prendi es estereo y me perdi al escuchar las alabanzas, cante a todo pulmòn, pedi a Dios templanza y olvido.

respondio fielmente y prosegui mi camino.

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